En uno, dos, tres pasos ella va a salir. Va a gritar, va a llorar, va a maldecir, va a sentirse miserable, va a ser humana. Se siente escoria al no poder olvidarse del mundo. Por mas que intenta salir la vuelve atrapar. Se siente indefensa, se siente estúpida, se siente incapaz. No quiere volar (no tiene alas) ella quiere correr. Quiere que su cuerpo reaccione, quiere sentir el sudor, quiere sentir su garganta quemar, a sus pulmones explotar, su presión aumentar. Quiere que el corazón ya no le de para mas.
Escapar, escapar, escapar. Correr, correr, correr. No mirar atrás. Cerrar los ojos, respirar profundo. Uno, dos, tres... Quiere ser egoísta; va a ser egoísta. Ahora nadie existe. No le importa si el mundo se desploma. No le importa si la vida de alguien depende de su ayuda. Que si alguien esta muriendo no meterá sus manos; esa persona morirá. Al final todo seguirá igual, el mundo no se paralizara. El sol brillara, la vida no detendrá su curso. Ella seguirá respirando. Cambiar, cambiar, cambiar. Nada lo hará, tendrá por siempre; la memoria llena de malditos recuerdos y un corazón inmundamente podrido. Un alma descarriada que se arrastrara hasta el fin de los tiempos y no descansara.
Espina de rosa, hierba mala. Mujer venenosa.